miércoles, 29 de octubre de 2008

De niña a mujer


(Ana María en sus 15 años)

Tus pétalos uno a uno se abren y del botón de ayer, hoy surge la rosa con todo su esplendor, el color de ella será ahora diferente, estás lista para oler su perfume y para ver cómo los colores del infinito a tus pies los tendrás y las cintas de ilusión estarán más próximas a tu corazón. El hada de tus sueños tocará dulcemente tus encantos de niña a mujer. Se que tus manos desean acariciar la luz de las estrellas, mientras dulcemente las mariposas volarán sutilmente por tu cabeza y las flores del campo ceñirán sobre tus sienes una guirlanda de amor.
Quince son los encantos, los caminos de niña serán abandonados, poco a poco caminarás por sendas distintas. No tengas prisa, que tu risa ahora llega hasta donde está Dios. Ya tocarás las mieles del amor.
Tus sueños son nuevos, vuela y que ellos se hagan realidad.
Febrero 25 de 2008

martes, 28 de octubre de 2008

Nuestros centros

En esta vivencia no hay conclusiones que lleguen a ser resoluciones duraderas, el camino del diálogo se abre y se cierra, a veces entra la luz y el viento claro y diáfano como los dos.
Y persistimos en las mismas palabras: tú no me entiendes, ni yo te entiendo y viene la trabazón de nuestros sentimientos y el dolor se vuelve profundo. Lloro y tú lloras, así le damos espacio y un canal a los sentimientos. Caminamos un tiempo y luego la puerta se vuelve a cerrar. Y así hemos recorrido años, yo tratando de que me entiendas y tu empecinado en tus silencios. Los progresos se devuelven por minutos de dureza y de poca comprensión de tu parte. A veces me alejas y no puedo llegar a tu centro.
¿Y sabes? Las cosas son más fáciles de lo que creemos, los mapas son sencillos de descifrar cuando los caminos se recorren con amor, todo se vuelve más fácil. Pero tu yo salta a veces como una liebre, vives ocupado para mi mientras yo giro en torno a ti y a tus gustos, esa es mi manera de agradarte, de decirte que te quiero. No es el te quiero de los objetos, es el amor que te ofrendo. Pero tú no lo entiendes, cuando encuentres tu propio centro, entonces encontrarás el mío. Sólo así lograremos encontrar el amor en el centro de los dos.
Enero, 2008

lunes, 27 de octubre de 2008

¿Y a quién le cantan los pájaros?


Supongo que a aquellos que no conocen de noches oscuras del alma. Desconocen que por falta de amor, de una caricia, unas almas mueren en silencio. Sombras que deambulan en los resquicios del mundo en busca de una mirada, de una mano donde asirse. Solo encuentran esquiveces, lloran en silencio y les pesa el mundo.
Los pájaros trinan todo el día, pero los sordos no los oyen, ni los ciegos los ven. Tampoco saben de lágrimas ajenas porque se contentan con las de ellos. Ciegos y sordos que ocultan su corazón al mundo porque son incapaces de amar a las sombras. No conocen el negro del desasosiego y no saben que la luna se oculta detrás del sol. Sus gemidos no los escuchan porque no conocen los crepúsculos vacíos y los amaneceres sin luz. Desconocen las tristezas incomprendidas que se esconden en el eco del silencio.
El mundo necesita que los trinos de los pájaros se aniden en el corazón de los ciegos y los sordos, solo así, los abrazos de amor nacerán y muchas almas dejarán de morir en silencio.
Marzo 2008


Arcanidad


Prosa recomendado en la Pagina Letrasyalgomas, mes de septiembre

No sabes, ni entiendes muchas cosas mías. Eres incapaz de entrar en mis espacios y encontrar respuestas. Busco la forma de decirte que hay luz en mis silencios, que muchas veces en el esplendor de mi vuelo, mis sueños viajan hacia el cielo.
Mi alma es intangible y permanece en celo, busca el orgasmo azul del éter, pero cómo entenderme ¿si tus ojos no contemplan su velo? No entiendes, no comprendes la volatilidad de mis ángulos, ignoras mi vertiente de amor, espléndida, llena de luz y de calor. Tú no entiendes que mis soles no anochecen, las sombras ya se fueron y que el viento me abastece.
No sabes cómo justifico a ti mi canto, vanas las palabras que el viento se lleva, por fin cesan mis infinitos para declarar mi llanto. Y es que solamente si pudieran mis lágrimas hablar, tú las recogieras en tus manos y comprenderías mi alma de mujer.
Octubre, 2007



sábado, 18 de octubre de 2008

El


Cansado de la rutina del amor, de aquel amor impositivo y posesivo que se convierte en propiedad ajena, aquel que limita y hace que sólo se viva para otro. Deseoso de vivir el amor libre que alegra su vida, dulce prisionero a voluntad que lo traslada a los confines del más allá permitiéndole la plenitud de todo su ser.
Sólo quedan los recuerdos de instantes compartidos y momentos de amor anhelado; vuelve a la posesión y su ambivalencia entre el uno y el otro lo hace debatir. Su cadena es más fuerte y lo arrastra, solamente se limita a vivir así.
Inutilidad del amor alegre que no rompe los lazos y ataduras de su amor limitado. Su condición de hombre atrapado no lo deja salir de su telaraña, se acostumbró a ser domesticado, ya no puede vibrar con otro tono y con otro sonido… ya no puede poseer su amor ilimitado porque la araña lo atrapó en las redes de su costumbre…
Septiembre, 2007



viernes, 17 de octubre de 2008

Ella

Mujer entre la nada, llena de sentimientos y recuerdos, la infancia difusa y la adolescencia invadida de sueños por vivir. Espera que las mieles del amor lleguen a su vida rodeada de carretas con mucho ruido y nada de peso.
La adolescencia la entrega a la madurez y las mariposas revolotean sin sentido, cruza el cénit de la vida, declina y abandona todo esfuerzo por encontrarse con él.
El amor cual abanico mueve aire a su paso y sigue sin piedad desdeñoso, el amor se esconde tras su mirada y quiere salir de su prisión para cabalgar por el mundo, la oruga de sus sueños se resiste a morir antes de convertirse en una canción que entregará al mundo sus notas sentidas y con una pregunta a flor de labios: ¿por qué el amor no llegó a ella, por qué se quedó perdida entre la nada?
Septiembre, 2007

jueves, 16 de octubre de 2008

Llorabas mi niño

Aún recuerdo tu imagen cada vez que escucho esa canción. Aquella, cuyas notas te extasiaban en sus primeras estrofas. La historia de aquel hermoso ejemplar: “Era un preso resignado a la misión de cantar”.
Poco a poco, empezaste a comprender la historia del pequeño que era el dueño de aquel canario adamascado, que moría sin que los dos entendieran la razón.
Por tus tersas mejillas, rodaban perlas de amor, no comprendías por más que quisieras que tu cartuchera de tela, donde tenías tus lapicitos de color, no fuera la cajita de madera, donde pudieras depositar aquel canario cantor. Llorabas porque no podías tener entre tus manos el cantor que expresaba una pena en su cantar.
Llorabas mi niño, mientras unas veces yo te abrazaba y otras te quitaba la canción.
No posaste el beso de tu boca sobre el rosado plumón, porque tus lágrimas ahogaban tu garganta y solo atinabas a preguntarme ¿“por qué se murió el cantor”?… te acunaba para que no lloraras más, entonces comprendiste el por qué aquel niño en su mano temblorosa, dejó dormida una rosa que tenía un corazón…
Etelsaga, diciembre 2007