lunes, 31 de agosto de 2009

Luna negra


Recorremos el camino a tientas y sin manual en la mano. Así llegamos a vivir: minuto a minuto con la esperanza de atinar siempre en lo correcto. Pero el juego de la vida nos introduce en tómbolas sin cesar y caminando a tientas nos aferramos a ilusiones, falacias de cristal que en un momento estallan convirtiéndose en aullidos que laceran el alma y que el silencio cobija sin importarle nada. El tiempo indiferente observa los movimientos en falso que a causa de nuestra inocente intención, no nos deja ver clara la perspectiva aún no construida: castillos que se desvanecen rodando por el suelo a sabiendas que considerábamos válidas nuestras expectativas.

Y en paralelo, momentos donde alzamos la mano con la certidumbre de que apostamos y ganamos, echándonos en la valija nuestros aciertos, aquellos que para bien o para mal, más adelante nos mostrarán sus consecuencias.

No hay nada más que hacer sino enfrentar nuestros remolinos, nuestras aguas mansas, tempestades y calmas, así tengamos que bebernos cada gota de la copa amarga para el posterior olvido, o hacer el brindis de alegría por nuestros afortunados momentos. ¡Así es la vida!

Es un juego donde apostamos y a veces llevamos la jugada perdida. Sueños que se rompen y las lágrimas lavan nuestra cara, desahogando el puñal que llevamos dentro.

Siempre apostamos a ganar, pero el inexorable tiempo nos da trastadas mostrándonos las huellas imborrables de nuestros pasos, que se desencadenan en momentos aciagos donde la luna negra recorre nuestro sino.

Agosto, 31, 2009


miércoles, 19 de agosto de 2009

Óleos de alegría y dolor

Prosa destacada en Letrasyalgomas, mes de octubre, 2009
Breves momentos donde se entrelazan la vida y la muerte, la alegría y el dolor.
Una manita se prenda de la vida, y otra arrugada y cansada quiere partir en briosos corceles azules. Infinidad de risas infantiles, lágrimas bajan por la mejilla del vagabundo que no encuentra comida.
Una golondrina hace nido en el alero de una iglesia y el sol se cuela inundado la cruz con vestigios de dolor humano. Plegarias y lágrimas ante el difunto y en la pila cae el agua bendita sobre la cabeza de un infante. Los tambores de guerra suenan, los valientes caen en masa tendidos y una flor se levanta para alumbrar sus almas ascendidas…
Una madre pare con alegría y otra entre surcos de arrugas bendice los restos de su hijo. El espíritu enigmático de la vida es el mismo para los que ganan o los que pierden. Las hierbas seguirán creciendo y las semillas abasteciendo. Sobre los mares los jinetes del apocalipsis continuarán su marcha y en los bosques crujirán las maderas derrumbándose de viejos.
Vida, alegría, muerte y dolor, de la mano galoparán de siglo en siglo.
Abril, 2009

Brevedad

Suave tranquilidad recorre la mañana al unísono de la lluvia que lentamente forma un tímido velo blanco; diminutas gotas besan los vidrios de mi ventana. Lo grisáceo no devuelve de mis recuerdos amores incomprendidos, se retira para dar paso a nubes bordadas con ribetes azules tocados por la imponencia de los rayos solares. Y con ellos surge en mi pensamiento analogías de la brevedad que somos y de la diversidad de representaciones del ser humano.

Vagas estancias y disolutas vidas en que se pierde la meta no propuesta, a sabiendas de la creación innata que cada ser arraigado tiene. Nubes que se disuelven en la nada, minutos al vaivén de la vida, seres estacionarios que se esfuman en el ocaso de la vida, sin descubrir el por qué de su recorrido.

Marzo, 2009



Aquella tarde

Aquella tarde, caminaste a mi lado por breves minutos.
Te sentí en el aire que besó mi frente, tus caricias ajenas hicieron pronunciar tu nombre.
Tu sonrisa amplia y tus ojos almendrados se volvieron hacia mí. ¿Acaso me has olvidado? -preguntaste- sonreí y mis ojos te dieron la respuesta.Volví a navegar en tu cuerpo en el recuerdo de aquellas horas vividas. Cualquier gesto, olor, o canción hace que tu recuerdo me persiga. Horas que me niego a olvidar a pesar de tu forzada ausencia.
Aún vivo en ti, mi razón no tiene cordura cuando te pienso. Me embeleso con tu imagen y no logro emigrar de aquellas aventuras viejas, ni de la adicción a tu boca; la filosofía de mi amor con alevosía aún te reclama y es tu aroma el que aún a pesar de las esferas llega a mi, rindiéndome toda, avasallando mi cuerpo que inútil te reclama.
Tu alma quería despedirse de mí.
Vete pleno de amor, fui feliz... sigues siendo mi tristeza y mi alegría.
Julio, 2009


sábado, 8 de agosto de 2009

lunes, 3 de agosto de 2009

Momentos



Refrescantes momentos donde los espejos retratan ilusiones primaverales, cada hoja nace, reverdece y se tiñe de pasión, mientras la luz desde lo alto incesante colma las copas de los árboles y penetra con la fuerza unificadora de vida, hasta depositarse sobre el lecho azul, reflejando instantes de belleza que se anidan en cada ser que extasiado contempla el paisaje.
Suaves murmullos, ecos repetidos que inundan los sentidos acoplándose con breves momentos de meditación, mientras el alma se aquieta y se bebe a sobros lentos los éteres que inundan el lugar.