Tímida y cauta mariposa que en el batir de sus alas demuestra gran filosofía. Posarse quiso sobre una flor, pero un adelantado y hermoso colibrí, hizo juego a la dama que zigzagueante se retiró de ella. La mariposa extasiada ante el batir intenso de las alas del caballero, lo contempló con toda su dulzura, dejándolo que bebiera lo que el quería. Debajo de la flor vacía ella se posó sobre otra, bebiendo doblemente su pasión.
lunes, 22 de junio de 2009
lunes, 15 de junio de 2009
Un nuevo nombre
El amor ya no me posee, sólo los recuerdos infinitos rescatando ecos perdidos invaden mis horas tristes. Ahora zigzagueo por caminos sin encontrar respuestas perfectas, sin llegar a ningún puerto seguro. Ondeo entre el silencio de las voces que otrora llegaran a mis oídos, palabras amorosas e inconclusas que el recuerdo las agiganta constantemente. Hoy mis sentimientos se diluyen como las nubes en lo alto, algunas veces densas, otras claras y diáfanas navegando hasta encontrar nuevas formas. Nada es eterno, todo caduca ante la inmensidad de la muerte y de los adioses inesperados que me obligan a no precisar si el olvido es negro o es blanco; sin embargo, el ancla de mis sueños está segura y con la certeza que mis amores me invadieron como el fuego, algunas cenizas el mar abrió su boca para devorarlos tiernamente, otros se apagaron antes de encender su llama. Comprendí que algunos como brasas invisibles perturban la vida entera y su fuego late en las entrañas mismas de la vida, impenetrables y que poco o mucho que se haga por borrarlos de la lista o limpiar las heridas, ahí siguen…
Ya ninguna mirada me arrebata, pero heme aquí, tejiendo ilusiones a la espera de un soplo, de un guiño que parpadeé sobre mis sentidos, que bese mi alma haciendo resurgir las palabras dormidas y, permitiendo que una nueva capa se superponga a la impronta del amor, con un nuevo nombre.
Ya ninguna mirada me arrebata, pero heme aquí, tejiendo ilusiones a la espera de un soplo, de un guiño que parpadeé sobre mis sentidos, que bese mi alma haciendo resurgir las palabras dormidas y, permitiendo que una nueva capa se superponga a la impronta del amor, con un nuevo nombre.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)