sábado, 29 de enero de 2011
Contemplación
Y en sus apacibles aguas el reflejo infinito traslapa deseos nuevos a la espera de que el vaivén las lleve a feliz término.
Y así entre paisajes encantadores donde la naturaleza pinta los reflejos, donde deja los colores y juega con los trazos naturales, ahí, justamente ahí, se queda la esencia de la vida mía, contemplando la obra perfecta de la creación.
Hechizo
Cuántas palabras mecidas en el silencio nacidas de aquel hechizo que en el aire suspendido aún vive pero que materializo ahora:
Así como una gota de agua que tiembla al borde de una hoja, así estoy hoy. Tiemblo ante tu mirada y hasta ave me siento con ganas de volar. Llegar hasta tu altura sin deseos de dejarte ir haciéndote mío eternamente. Recorrer tu cuerpo de pies a cabeza uniendo las distancias poro a poro, mientras mis manos quisieran deslizarse por tu espalda y hacerte rendir una vez más… como antes.Y en nuestro hechizo tomo tus manos y quisiera trasladar vida a tu presencia, aquella develada presencia que incorpórea se volvió.Tu faz no es la misma. Acaso alguna preocupación te detiene en el no tiempo con pensamientos tristes. Ríe, ríe como antes para que tu risa haga arpegios en el aire, mientras yo aspiro tu esencia y lucho contra los minutos reteniéndote un poco más. No quiero que se debilite esta comunicación de embeleso que se ha dado esta vez. ¿Ves que no lloro? Más bien escribo porque quiero dejar improntas de nuestro amor. Vete tranquilo o si lo prefieres, sígueme acompañando, sígueme amando como ayer, mientras yo respiro fuerte y vuelvo a mi soledad con la alegría de haberte vuelto a percibir.