I Desplazados
¡Cómo te duele la tierra!, ¡Cómo te duele la vida! Te arrancaron tus sueños de golpe y a machetazos te hirieron el alma. Hoy estás roto y tu mirada vaga. Quebradas tus costillas en busca hoy de la nada. Llevas en el alma una huella errante que quema tu esencia y se traduce en tus ojos tristes. Tus lágrimas no entienden porque te arrancaron la vida. Con nostalgia miras tu pasado mientras la piel se te añeja. Solo recuerdos del amor con que clavabas tus uñas en la tierra para recoger el fruto y dar de comer a tu familia.
La muerte ronda. ¡Cómo nos duele la vida!
II. Mujer maltratada
La muerte ronda. ¡Cómo nos duele la vida!
II. Mujer maltratada
Figura llena de dolor y un mundo ciego y sordo ante ti. El miedo vive agazapado en tu interior y los moretones hacen una danza en tu cara. Vives fragmentada y despreciada. Mujer despojada de sueños y con cada golpe, te vuelves pedazos y te bañan de sangre; ella corre por valles y montañas al encuentro de otra mujer vacía mientras tú le sirves café y le calientas el lecho al depredador sin alma.
La muerte ronda. ¡Cómo nos duele la vida!
III Secuestrados
¡Una súplica! ¡Sólo una! La libertad preciada en tus ojos se refleja. Vil nostalgia te acompaña mientras por tus recuerdos pasan las fotografías del ayer. Tardes de añoranza y ayeres inconclusos que no existieron. Presente vacío y futuro incierto anhelando besos y caricias que se pierden en el horizonte tras un suspiro vago. Soledades del alma que se marchitan y roban la calma. Una a una las hojas que pisas sienten tu dolor. Cadenas pesadas en medio de sueños rotos, noches estériles y días aciagos. Una súplica por favor solo una: ¡Libertad!
La muerte ronda. ¡Cómo nos duele la vida!
Noviembre, 2008
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