Y en la piel de los silencios tu nombre está guardado evocando suspiros y ansiedades nuevas. Llama viva que enciende los fulgores y perladas sensaciones. Caricias saciadas en el vaivén de tus labios mientras mis uñas recorren las sinuosidades de tu cuerpo. Y cada suspiro mío cubrirá tu cuerpo amado mío y sentirás como mi alma derrama la miel que cubrirá tus entrañas. He de beber de tu boca hasta que exhale mi último suspiro; anclaré mi amor en tu alma y el aroma de tus besos ha de cubrir mi cuerpo frío. Y tu esencia encadenada a la mía la llevaré hasta los recónditos espacios, donde la luz te ilumine amado mío.
Dic. 2008
Dic. 2008