Presurosa he corrido por jardines y he arañado la tierra más ahí no te he encontrado. Temo deshojar las flores en tu búsqueda y no encontrarte. Y suspirando, mi vista he alzado al cielo para descubrirte en el aire. Trasciendo hasta las alturas impidiendo que mi esperanza se agote; despejo con mis dedos cirrus y cúmulos y tú siempre escurridizo, te escapas y confundo mis lágrimas entre los cristales para descender nuevamente hasta la tierra. ¿Quién eres y cómo eres que a mis ojos te escondes? En que fuente pernoctas y por qué escurridizo ¿bailas en el ambiente? Frágil tu estancia en los corazones de los hombres, todos te anhelan pero tu como siempre, te evaporas…
Noviembre, 2008
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