jueves, 26 de febrero de 2009
miércoles, 25 de febrero de 2009
Boceto
Febrero, 2009
Aroma de mujer
Etelsaga, Febrero, 2009
domingo, 22 de febrero de 2009
Antes eras, ahora no sos
Como duele este recuerdo: antes eras, ahora no sos... A veces me sostengo en la idea de que este amor ya no es y que todas las espinas y las lágrimas avanzaron al ocaso dejando mis noches limpias de ti. Pero algo y no se si culpar a mi alma, que me engaña a veces
y cual animal agazapado entre tinieblas salta de nuevo y creo lo contrario. El mar y su oleaje me vuelven arena frágil en tus orillas. Crueles pensamientos que me aprisionan y me dejan inmóvil devolviéndome en el tiempo. ¿Aún te amo? ¿o ya no te amo? Si la verdad la encontrara deshojando inquietas margaritas para hallar la respuesta, malograría unas cuantas, pero tal salvajada no puedo cometer por este amor que dio la espalda. Se que de vez en cuando la tristeza y la melancolía arrancan suspiros al alma mía. Prefiero pensar que son residuos del amor que vuelve intentando jugarme sucio y burlándose de mí. Pruebas inevitables del amor. Echo la culpa más a vale a pensar que hay días en que soy muy frágil y que los recuerdos arremeten dejándome tendida y sin vida. Instantes cada vez menores en que esos lapsus del destino me tienden celadas, y pensar en ello me da tranquilidad. No estará lejos el día cuando piense en ti y todos mis disturbios estén en calma. Cada vez camino más hacia esa meta y entonces con fidelidad diré: antes eras, ahora no lo sos...
miércoles, 11 de febrero de 2009
Una nueva melodía
Etelsaga, enero, 2009
Yin yang
Sueños candentes y sus bocas entreabiertas: yin yang de la pasión. El ritmo del canto florece en sus manos mientras sus pies cantan en re mayor. El arpegio galopa y por breves momentos en la oscuridad nace la luz; movimientos ondulantes y el silencio se convierte en sonido. Interludio de besos y caricias a la espera de la vida y la muerte, cuerpo y mente sumergidos en los ochos del amor; sus cinturas entretejen nuevas partituras. Femenino y masculino danzan en la espiral mágica, mientras la tonalidad cambia a su tono más alto. Cascadas de besos y caricias y la luna se pone en medio de los dos. Acto seguido las tonalidades cambian de tono a menor. La luna cubrió sus cuerpos y blindó el amor.
Etelsaga. Dic. 2008