Difícil mirar tus ojos y no poder entrar en ti. Solo bebo tus silencios… el eco de lo que fuimos resuena todavía en mis instantes. Ignoro el lugar donde se fueron todas nuestras vivencias. Y todavía me pregunto como no amarte… Quisiera entender en que momento desdibujamos nuestros cuerpos y perdimos nuestros sueños. Tus manos se perdieron en la nada y tu mirada no juega con la mía. Solo me queda el recorrido vago de la arquitectura de tu cuerpo y lucho contra las imágenes convertidas en sombras, que no me permiten tocarte. Mi quietud es distinta sin ti. Los colores se desvanecen en mi interior, y hasta perdí la combinación de mis coordenadas. Pero mis dudas atormentan mi sensibilidad infinita. Mis agonías hablan de que en tus ojos y tu sonrisa todavía queda algo, lo intuyo… lo presiento… cuanto te miro siento que tu mirada me ampara. Tu sonrisa equipara el infinito. Percibo las mariposas que todavía revuelan tu interior cuando me llamas. Y entonces mi agonía es dulce. Y todavía me pregunto como no amarte…
Marzo 2008
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