El amor cumpliendo un mandato espontáneo y universal. Hombre y mujer tomados de la mano saben que ha llegado a sus vidas el momento más sublime: el del amor. ¡Y floreció en ellos desde que se vieron por vez primera. Primaveras, inviernos, veranos y otoños han compartido juntos, caricias embriagantes, miradas y sonrisas a flor de piel, deseos de cuerpos en epicentros gloriosos sin ataduras ni compromisos. Solo guirnaldas de flores en sus sienes y sus cuerpos desnudos. Es la fiesta del amor y la vida. El cielo transparente y diáfano los envidia y se confabula con ellos. El sol brilla y los campos se abren en flor. Besos y caricias entregados cual veranos sin sequías. Cruzan puentes infinitos robándole a la vida una cancion y entre notas bailan acompasados por el amor.
Septiembre, 2007
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