Vientre lleno de calidez y de esperanza. Luz que lastima los ojos y paz que termina, sobreviene el primer llanto. Poco a poco camina sosteniéndose en la seguridad de quien guía. Unas manos, unas palabras que dulce o cruelmente inundan sus oídos y harán eco hasta en su eternidad. Y empiezan las ilusiones y los sueños, los descubrimientos mientras va germinando ideas y gozos que pueden convertirse en lamentos futuros o en alegrías pasajeras… Se mueve de acuerdo a los pilares incrustados en su infancia. Y vive bien o mal de acuerdo a sus decisiones y convicciones. Se fija metas de espumas o acrisoladas fragancias y las cumple o no las vive. Lastima como un cuchillo afilado o aromatiza como una flor de esperanza. Un camino lleno de espinas o de esperanzas. Toda una vida que devuelve su mirada al principio, costal lleno de recuerdos e ideas cercanas a la muerte. Plenitudes, añoranzas o el dolor en su alma de los inciertos que ya no podrán ser ciertos… Todo el fin se aproxima y ya no hay vuelta atrás, perdió o ganó en su vida. Un cuaderno escrito de quién sabe qué cosas y quizás unas escasas flores que recuerdan que algún día existió y que su cuaderno se cerró para siempre.
Septiembre, 2008.
Septiembre, 2008.
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